La construccion con piedra maragata siempre nos ha acompañado. En la zona norte de España y, en concreto, en León, se le conocen bastantes antecedentes bajo el nombre de casa arriera maragata, que eran construcciones populares dedicadas a los arrieros, siendo posteriormente adoptadas y elegidas por varios otros oficios.
El origen y formas de esta construcción
Tal y como la conocemos los especialistas, con su forma circular, solía ser un espacio aislado y cubierto de paja en un remoto origen, pero posteriormente incorporó todos los efectos arquitectónicos más evolucionados pero tradicionales como patios, portales, corredores o solanas.
La fachada estaba realizada en este tipo de piedra, la maragata, una piedra de gran belleza con enormes efectos decorativos de tipo rústico. La parte central o corral solía contener un pozo, y alrededor era frecuente encontrar las habitaciones u otras estancias y amplios espacios de madera.
Solían ser casas de gran tamaño, pensadas para albergar el oficio, almacenar la paja y el heno, que solía estar cerca del portal. Sin embargo, la parte más importante solía ser la amplia cocina con techos muy altos.
Esta habitación contenía el hogar, que solía ser el centro de reunión familiar y donde no solo se cocinaba, sino que se calentaba a modo de chimenea. Su interior consistía en un horno fabricado en barro y pintado con cal.
Otros materiales en la casa maragata
Todas las casas maragatas incorporan madera de chopo, negrillo o incluso roble. Puede verse su influencia tanto en los alerones pintados de colores, como en las pilastras, todos los suelos o los balcones.
Otro elemento fundamental era la tabiquería interior o costana, hecha también en madera pero con relleno de adobe. Esto era también la forma constructiva del espacio para los animales y la salida de humos del hogar.
Otro elemento muy común en el patio o el portal es el empedrado del suelo, construido con cantos rodados de río y que, en ocasiones, quedaban distribuidos con diferentes dibujos y formas bellas. Esta era la parte más dura y de uso más agresivo de la casa, como el paso de caballos.
El uso interior
Una habitación servía de paso a la siguiente, sin desaprovechar nada, y no solo se utilizaba para vivir, sino para hacer negocios, para casarse en la planta más alta de la casa, para almacenar gallinas y otros animales, los caballos o los carromatos, por ejemplo.
En este sentido, puede decirse que su construcción cumplía todas las características adecuadas para no tener que salir mucho. Satisfacía muchas de las expectativas alimenticias y canalizaba el encuadre de todos los utensilios y herramientas necesarios para cada labor en la comarca.
La piedra maragata en sí
Su aspecto es extremadamente bello y se adapta a la perfección al entorno, no solo a efectos decorativos, sino como medio de protección frente a cualquier inclemencia del tiempo, la abundante lluvia o el excesivo calor. Suele ser de color tierra en todos sus casi infinitos tonos.
En este sentido, aisla y protege a todos los habitantes del interior a la vez que aporta robustez y elegancia sin igual a la casa, aunque muchos, hoy día, solo usan esta bella piedra como revestimiento de fachadas.
No obstante, anteriormente incluso significaba un mayor porcentaje del total de la construcción, y otros todavía siguen esa estela fabricando todos sus muros con ella. También puede usarse para mampostería, para cubrir suelos exteriores o incluso interiores.
Como podemos observar, la construccion con piedra maragata contiene una especial belleza arquitectónica, aporta solidez y robustez a cualquier tipo de construcción e integra el hogar con el entorno, formando parte misma de la naturaleza y el paisaje.
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