La piedra es un elemento fundamental en nuestra sociedad, y lo es desde los tiempos de la prehistoria, donde era algo que todavía cobraba mayor importancia. No obstante, el paso de los años ha hecho que este elemento sea modelado para llevar a cabo diferentes construcciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la cantera de piedra es el origen de todos estos elementos rocosos.
Por tanto, para hablar de la piedra como tal, es necesario que vayamos a sus orígenes o, en este caso, al lugar de donde se saca la piedra, que no es otro que la cantera de piedra. De este modo, usaremos estas líneas para hablar de estos lugares y de cómo es el proceso de extracción de la piedra, la cual después también pasa por otras etapas hasta llegar a presentarse al cliente y que sea colocada en un lugar determinado.
Estas canteras se caracterizan por ser unos espacios que normalmente comprenden dimensiones pequeñas y medianas, algo que depende de las diferentes capas que tengan y que puedan ser aprovechables. De esta manera, las zonas más explotables suelen estar más lejos de los núcleos urbanos, porque al final el trasiego de empleados, medios de transporte y materiales es bastante ruidoso para ejecutarlo cerca de una ciudad.
Cuando la cantera está localizada, comienza la acción de desbrozo para ir buscando la piedra. Se procede a quitar el manto natural del suelo y ya se empieza a hacer el cavado hasta que encontremos el banco de piedra. Así, la obtención de la misma se lleva a cabo mediante una ejecución hasta una profundidad explotable de 40 metros.
Dicha extracción se lleva a cabo a cielo abierto y normalmente es un proceso sencillo, pero los dos principales problemas con los que nos podemos encontrar es con evacuar las aguas procedentes de ríos cercanos y el manto grueso de acarreos. En ese caso, la evacuación del agua se ejecuta con bombas de agua.
Claves de la extracción en una cantera de piedra
También hay que destacar un sistema mecánico de discos sobre unos raíles para marcar las líneas de corte del bloque. En este caso, se señala la línea longitudinal y posteriormente el corte vertical, pasando a ver el sentido de la veta de la piedra. En cambio, el sistema tradicional, que todavía se emplea en una gran cantidad de canteras, precisa de unas picas para la extracción, levantándose luego las piezas con cuñas y palancas.
El siguiente paso sería hacer unas marcas de las hendiduras en la base del bloque, entrando en acción el cantero para meter las cuñas en dichas hendiduras con un martillo hasta ver que el bloque queda roto por la base. Después, unas palancas especiales harían la labor de separar los tramos de mampuestos.
Después se extraen los mampuestos en el exterior de zona de trabajo con cables y grúas especiales. De hecho, estas grúas son necesarias porque se necesita cargar un gran peso, lo que ha hecho también que las poleas manuales estén en desuso. Así, vemos que las piedras quedan elevadas hasta la superficie, donde se dejan unos días para que sequen y pierdan la humedad. Entonces, una vez que hemos salido de la cantera, vemos que la arenisca es blanda, lo que facilita el tallado y labrado posterior, aunque la misma se endurece al perder la humedad natural.
En definitiva, este proceso es arduo pero realmente muy necesario en la sociedad actual, porque la piedra es un elemento totalmente funcional en la construcción y esencial para que las infraestructuras públicas y las viviendas puedan tener las mejores condiciones en todo momento.
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