La piedra ha sido empleada como elemento constructivo en la provincia de León desde hace miles de años. De ello son testigos los fragmentos de calzadas y vías de la antigüedad, y muchos monumentos que, aún a día de hoy, siguen maravillándote cuando los contemplas. El mejor certificado de la calidad y las especiales características de la piedra natural leonesa se encuentra en el carácter perenne de la construccion con piedra.
Las piedras naturales empleables para la construcción que se extraen en la provincia de León son de tipologías muy variadas. De este modo, anualmente se extraen toneladas de piedras incardinables en la categoría de las areniscas; y lo propio con las calizas, mármoles, granitos o los gneises. Cada uno de estos elementos te ofrece unas particularidades de consistencia y color. Están dotados, según los casos, de tonos grisáceos, ocres, azules, añiles, negros o blancos.
Dentro de la provincia destacamos, solo por ponerte algunos ejemplos, las producciones de caliza de La Pola de Gordón, Villamanín o La Braña. También la cuarcita de Nogarejas o la piedra maragata propia de las producciones ubicadas en Brazuelo y Santa Colomba de Somoza.
Por lo que a los mármoles respecta, cabe afirmar la presencia de las importantes explotaciones que encontrarás en Villafranca del Bierzo, Dragonte, Vega de Valcarce o Villariños.
Ahora bien, en el contexto nacional, la construcción con piedra natural leonesa tiene un nombre propio: la pizarra; con explotaciones situadas en La Cabrera, el Alto Bierzo, San Pedro de Trones, Páramo del Sil, Forna o La Baña, entre otros lugares. Se trata de la piedra natural sobre la que, a continuación, abundaremos.
La pizarra leonesa
La pizarra es una roca que destaca por su dureza y su versatilidad; pero también por dotar de una notable impermeabilidad a todas aquellas construcciones en que se emplea. Según el ambiente en que la pizarra se genere, verás que su color será uno u otro. Así nos encontramos con variedades azules o rojizas, cuando la pizarra se enmarca en lugares con elevadas concentraciones de oxígeno; con otras más bien amarillentas o cobrizas, por el efecto de la disposición de un conjunto de minerales de óxido de hierro o limonita; y, finalmente, y esta es la variedad más común, con la pizarra de color negro o azul oscuro, que destaca por una mayor presencia de carbono.
Dadas sus características, la pizarra es una elemento ideal en el ámbito de la construcción. Por un lado, su estructura claramente diferenciada en láminas y la fácil escisión de un ejemplar en un mayor número de unidades hacen que nos encontremos ante un material especialmente apto para su empleo como teja de cubierta. Y ello con más razón si tenemos en cuenta su resistencia frente las filtraciones y humedades. Por otro lado, tomando en consideración su capacidad para contrarrestar el efecto de los factores térmicos y de índole química, la pizarra es un material muy recomendable para el empleo en cocinas.
Además de lo anterior, cabe precisar que la extracción de pizarra se caracteriza por su carácter respetuoso con el medioambiente y que, por medio del uso de esta piedra en nuestras construcciones, lograremos espacios con una mayor eficiencia energética. No solo te permitirá un mayor ahorro económico, sino que lograrás una mayor sostenibilidad medioambiental para tu vivienda.
Por último, la pizarra es un excelente material para chapados y revestimientos, y como tal puede ser empleado en paredes, ya sea a modo de zócalo o como revestimiento integral, y en chimeneas. El acabado que podremos conseguir al usar este material será perfecto tanto si se emplea aisladamente como si se hace en conjunción con maderas u otras piedras naturales.
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