La piedra es un material de construcción que mantiene plenamente su vigencia y para conocerlo bien tenemos que mirar desde su origen, una cantera de piedra. Este tipo de explotaciones tienen unas características especiales que determinan desde su inicio todas las fases de producción con las que nos encontramos.
Comenzar una cantera requiere una serie de estudios previos para determinar el lugar adecuado y la viabilidad del proyecto. La ubicación es fundamental y para ello realizamos los correspondientes análisis geotécnicos, llevados a cabo por profesionales de la geología y la ingeniería.
El estudio geológico del entorno da una primera visión del tipo de formaciones y materiales que se dan en la zona; si son rocas sedimentarias como la caliza, metamórficas como el mármol o la pizarra, o ígneas como el granito.
Una vez localizada una zona donde hay la posibilidad de encontrar un yacimiento con el material que estamos buscando, se analizan los condicionantes legales y medioambientales. Aquí hay que tener en cuenta la propiedad de los terrenos, la proximidad a núcleos de población, a corrientes de agua y el nivel freático que existe en el lugar, el nivel de protección medioambiental de la zona, la cercanía de vías de comunicación y la necesidad de construcción de accesos, y la gestión de los permisos pertinentes.
Por otra parte, el estudio concreto de las características de la cantera es básico para que podamos decidir la viabilidad económica de su explotación, al determinar su tamaño y la calidad del material. Si la parte de piedra está al descubierto, este trabajo es más sencillo, y si cuenta con una cobertura vegetal y de otros materiales, se lleva a cabo a través una serie de catas.
Planificar la extracción
Una vez superada la parte inicial, llega el trabajo de extracción en la cantera de piedra. Para ello se realiza una planificación, en la cual se tiene en cuenta la seguridad y la minimización del impacto. Si es necesario, se hace un desbroce y una retirada de la cubierta, y se destina una ubicación cercana para acumular los restos y poder utilizarlos para que recuperemos la zona una vez finalizada la vida útil de la explotación.
Para sacar los bloques de la piedra que buscamos entra en juego una serie de maquinaria especializada, dedicada al corte de los bloques, su movimiento para cargarlos y su transporte fuera de la cantera, para que siga su camino en dirección a su destino final.
A la hora de extraer el producto se realiza un plan por capas, en el cual se diseñan una serie de escalones, unas plataformas separadas en alturas por taludes. La creación de estas plataformas ha de contar con unas características y medidas que garanticen la seguridad, por ejemplo, en el peso que pueden soportar y en su tamaño para que puedan trabajar bien los operarios y las diversas máquinas. Y en ello también dependerá el tipo de material. Para ello los profesionales de la cantería dedicamos importantes recursos al trabajo de los especialistas técnicos.
A parte de esto, hay tareas complementarias como son la retirada de otros tipos de rocas que se puedan encontrar y la extracción y canalización del agua que pueda aparecer por haber llegado al nivel freático.
Por último, una vez hayamos completada la extracción, llega el trabajo de la recuperación de la zona, con estabilización de terrenos y tratamiento de la cobertura si fuera el caso.
El objetivo es optimizar las posibilidades del rendimiento de este recurso para ofrecer al público el mejor producto en las condiciones más óptimas, a través de toda la serie de trabajos que llevamos adelante los profesionales de la cantería en cada proyecto de cantera de piedra.
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