Consejos para los suelos de piedra en verano

Hoy en día son muchas las tendencias que podemos encontrarnos para decorar nuestra vivienda y nuestro jardín, especialmente en la época de verano. Y es que cuando tomamos la decisión de cómo decorar la casa, estamos en un proceso que tenemos que pensar en todas las estaciones del año.

Pero con este post queremos centrarnos en la piedra para suelos, una tendencia que cotiza al alza en las viviendas de nueva construcción, las cuales buscan tener un ambiente de tranquilidad y sosiego, a la par que un suelo en el que poder caminar tranquilamente durante todas las estaciones del año, de invierno a verano y de primavera a otoño.

Y aquí entra en juego la decoración de los suelos con piedras, las cuales tienen una larga historia como material de construcción. De hecho, son comúnmente usadas por los obreros cuando van a realizar una obra para ayudarse de sus propiedades y completar los huecos en caso que los haya para que el equilibrado del suelo o las paredes esté al completo.

Así, la piedra es un material natural que se sigue usando para el revestimiento de los suelos y los muros en las nuevas casas de campo. Y es que teniendo, la costumbre de tratar la piedra como un revestimiento para el exterior, a veces nos olvidamos que también la podemos usar como una perfecta alternativa para la decoración de interiores. Pero tampoco debemos olvidar que este material también tiene su mantenimiento.

Mantenimiento de la piedra para suelo

¿Qué nos aporta la piedra en nuestra vivienda?

Estamos hablando de un material con mucha personalidad que también hace las funciones de aislante natural térmico, pero para ello debe tener la humedad suficiente. En verano, sobre todo, mantendrá una temperatura más fría en el interior de la vivienda, mientras que en invierno absorberá el calor de la calefacción. Por ello, tanto en verano como en invierno tenemos que limpiarlo con los productos adecuados para que pueda hacer gala de sus propiedades y hacernos la vida más sencilla.

La piedra siempre ha estado asociada a viviendas de estilo rústico, pero cada vez es más normal encontrarlas en espacios más modernos, afrontando de esta manera la colocación de un material que se adapta a los diferentes espacios y estilos, aunque esto también implica diferentes mantenimientos.

Por ejemplo, en las viviendas interiores tendremos que abrir las ventanas con frecuencia para que estos suelos adquieran la temperatura de la calle, sobre todo en verano, y no se contagien del calor interno de la casa. En cambio, si las ventanas están cerradas y ponemos el aire acondicionado, el frío se transmitirá al suelo, por lo que recomendamos que antes sea limpiado.

Después, en cuanto a las combinaciones de piedra con otros materiales cálidos como la madera, tendremos que tener en cuenta la posición del sol y las ventanas que dejen entrar los rayos ultravioleta, pues de eso también dependerá la temperatura que coja el suelo.

Por otro lado, muchas personas optan por hacer una mezcla con vidrio o metal para encontrar ese espacio vanguardista. No obstante, esta combinación puede hacer que en verano el suelo no esté tan frío, por lo que es recomendable tener la casa con las ventanas abiertas o el aire acondicionado encendido.

En relación al mantenimiento, este también debe ir encaminado al adecuado sellado del suelo, pues solo de esta manera el mismo podrá actuar con sus propiedades de aislante térmico natural, su resistencia, durabilidad y facilidad para la limpieza. Por ello es importante que este mantenimiento sea sostenido en el tiempo.

En definitiva, la piedra para suelos hace que tengamos un perfecto material de decoración y aislante térmico en casa, pero debemos saber que esto conlleva un mantenimiento con el paso del tiempo.

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