La construcción de muros de piedra puede reportarte una buena serie de ventajas, especialmente, si usas para levantarlos piedra tan vistosa y versátil como la maragata. Estos muros son muy agradables a la vista una vez levantados, son duraderos y decoran muy bien, sobre todo si se usan en jardines o para construir en espacios naturales.
Existen varios tipos de muros que puedes levantar: el muro de piedra en seco, que no incorpora argamasa alguna para unir las piezas, es decir, mezcla de cal o de cemento con arena; y el muro de piedra con argamasa.
Si tu intención es construir el muro en seco, te recomendamos que no lo hagas más alto de unos 90 centímetros. La razón es que será un muro cuyas piezas se sostendrán por su propio peso, y al hacer la pared muy alta es más probable que el muro presente mayores inclinaciones, haciendo que se derrumbe con facilidad. Es decir, se echará a perder el trabajo realizado, además de que puede ser peligroso. Es buena idea usar los muros en seco para revestir de forma decorativa muros de ladrillos o de bloques de hormigón.
Si buscas una apariencia especial para el muro de piedra, necesitas considerar la forma y los colores de las piedras que vayas a utilizar. Hay quien usa piedras de río, que son de formas redondeadas; las piedras apiladas, con formas irregulares, pero ciertamente planas; y las piedras labradas como las que trabajamos a partir de la piedra maragata natural, que cortamos en tamaños uniformes con formas planas, perfectas para construir. El color de la piedra lo define su composición en minerales. Debes tener presente que, para levantar muros, las piedras más costosas son las labradas, y que debes adquirirlas del mismo ancho como quieras de grueso el muro, porque es la manera correcta de que la estabilidad sea la más adecuada.
Cómo se diseña la construcción del muro de piedra
Cuando empieces a construir tu muro, debes alternar las piedras grandes con las pequeñas tanto en la parte de la base como en la superior, para darle un aspecto uniforme a la pared. Debes acordarte de guardar algunas piedras más grandes y lo más planas posibles para dar remate a la parte superior. Según vayas colocando las piedras, tendrás que incorporar material triturado para dar nivel a las secciones del muro que queden descompensadas.
Debes marcar con estacas y cordel la cara interna del muro que vas a levantar, porque así te será más fácil seguir o rectificar el trazado del mismo. Para afianzar la base del muro, necesitas excavar una zanja de al menos veinte centímetros de profundidad, y dicha base debe ser de entre 5 y 8 centímetros más ancha que el grosor de tu muro. Si el terreno en el que vas a trabajar presenta una pendiente superior al 30 %, deberás hacer la zanja en escalera con el fin de que cada sección del muro siga nivelada. La zanja de la base debes rellenarla con material triturado hasta el mismo nivel del suelo, y debes alinearla con el uso de un nivel.
Mientras construyes el muro tienes que contar con una selección de piedras de todos los tamaños y formas. Las puedes colocar a modo de rompecabezas en hiladas de una a una. Tienes que alternar piedras de distintos tamaños según avanzas en la construcción, colocando, por ejemplo, una gran piedra y otras más pequeñas a su alrededor. Después, usa piedras trituradas para nivelar la hilada y sostener aquellas piedras más irregulares, y utiliza las piedras grandes en los extremos para garantizar la mayor estabilidad.
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