Como habrás notado, la piedra natural vuelve a estar de moda a la hora de construir casas o incluso cuando es necesario rehabilitar las fachadas de construcciones que tienen ya unos cuantos años.
Es un hecho que la rehabilitación de las fachadas en viviendas antiguas es una acción necesaria de cara a adaptarse a las normativas actuales de eficiencia energética. Y la proliferación de la roca natural como elemento de construcción ha cobrado una especial relevancia por sus cualidades de sostenibilidad, durabilidad y resistencia en todos los sentidos. No debes desestimar, además, la versatilidad de este material a la hora de aplicarlo en la construcción de una fachada.
Existe una buena variedad de fachadas para rehabilitar, y cada una de ellas requiere atender a unas consideraciones recomendables a seguir si deseas utilizar dicho material natural en estas operaciones.
Tipos de rehabilitaciones de fachadas
- Fachadas de aplacados sin anclaje: estos son aplacados que se instalan en una fachada sin anclaje, pero para los que deberás prescindir de la cámara de aire, pegando cada uno de ellos con material de mortero u otro tipo de adhesivo.
Es un tipo de colocación que se puede efectuar en interiores o exteriores, pero es recomendable no pasar de más de 2 metros o como mucho una altura en la rehabilitación de una pared. Las dimensiones de cada pieza de roca deben ser de 0,24 metros cuadrados como máximo, o de un peso máximo de 40 kilogramos cada placa de este material.
- Aplacados con anclaje puntual: las construcciones de este tipo también se realizan sin cámara de aire al rehabilitar. Sin embargo, se afianzan al muro con adhesivo, material de mortero y unos anclajes de retención. La baldosa de roca natural utilizada no debe superar tampoco los 0,24 metros cuadrados o los 40 kilogramos.
La instalación de este tipo no debería superar las cinco alturas, pero lo mejor es que atiendas a las ordenanzas públicas del territorio de construcción. Por otro lado, el material de los anclajes debe ser de acero inoxidable. El mortero tiene que ser de cemento o mortero cola, según el tipo de roca y de soporte.
Al aplicarlo, el mortero ha de cubrir la superficie completa de la baldosa de la roca. Si se trata de placas grandes, has de aplicar un encolado doble: mortero en la pieza y en el muro. Aconsejamos que controles la humedad del soporte, y el rejuntado se debe realizar 24 horas después de endurecer el adhesivo que utilices.
- Fachadas ventiladas: las fachadas que van ventiladas deberían realizarse con perfilería regulable, prescindiendo de anclajes puntuales siempre que puedas. La cámara de aire debe tener como mínimo 3 centímetros de ancho para que esté garantizado el secado de la roca natural.
Las juntas entre piezas tendrían que ser de como mínimo 2 milímetros. Maciza los zócalos para que queden bien unidos a la fachada en se vayan a instalar, y así evitar roturas por impacto.
Para las obras de rehabilitación con roca natural, la cuarcita es una de las de uso más extendido. Se trata de un material de tipo metamórfico, ideal para colocarlo en exteriores por su alta resistencia a las variaciones de la temperatura.
La cuarcita goza de una gran variedad de colores y texturas, normalmente con una superficie lisa o ligeramente rugosa. Esta gama tan amplia de colores te hace muy sencilla la combinación con cualquier otro tipo de material. La roca maragata que te podemos proporcionar es propia de nuestras tierras, y se compone de un 70 % de cuarzo, un 20 % de filosilicatos y un 10 % de óxidos pardosos.
Con nuestra piedra natural maragata, dispondrás de un material de calidad, con las ventajas de sus cualidades naturales y con una estética exclusiva.
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