La piedra natural combina belleza y durabilidad, dos características muy apreciadas en cualquier construcción. Sin embargo, sigue siendo una gran desconocida y genera muchas dudas en profesionales y particulares. Por este motivo, queremos proponerte que sigas leyendo, porque vamos a resolver aquellas que son más frecuentes. Una vez conozcas todo lo necesario, podrás tomar la decisión de utilizarla o no en tu casa.
Una de las preguntas que seguramente te hayas hecho es la relacionada con su uso. La puedes utilizar tanto en interior como en exterior, aunque este último ámbito es el más habitual. Así, puedes emplearla en fachadas exteriores o en mobiliario interior como mesas o bañeras. A su vez, una duda que surge a raíz de la anterior es saber cuál es la mejor piedra para cada aplicación. En este sentido, lo recomendable es consultar con el profesional, porque dependiendo del uso, será necesario un material o un acabado diferente. Ten en cuenta que existe una variada gama de colores y formas.
Este material atesora una serie de características que lo convierten en único. Por un lado, su resistencia al fuego, muy superior a la de otros. En fachadas exteriores ofrece una seguridad total, clasificada como A1. En el interior, debido a su resistencia, puede utilizarse para revestir chimeneas o estufas. Además, es un gran aislante gracias a su resistencia térmica, consiguiendo un ahorro en frío y en calor. Así mismo, tiene las mismas cualidades de aislamiento acústico que el hormigón. Por tanto, se trata de un material que te reporta múltiples ventajas.
Los tipos son muy diversos y esto hace que se pueda utilizar con fines estéticos en cualquier lugar. Tienes el mármol, uno de los más conocidos, el onyx, la piedra caliza, etc. Todas ellas en diversos colores permitiéndote que puedas convertir tu fachada o ese espacio favorito de tu casa en algo hecho a medida y a tu gusto.
Cómo tratarla y limpiarla
La verdad es que esta es una de las dudas que causa cierta preocupación en muchas personas. No obstante, tratarla es relativamente sencillo. Hay diversas formas, pero para exteriores te recomendamos los hidrorepelentes que evitan que disminuya la capacidad de los materiales de absorber líquidos. También existen los oleorepelentes, resultan aptos para los pavimentos que presentan un uso intenso y agresivo. Otro de los tratamientos más novedosos es la nanocristalización que permite cerrar poros y fisuras, previniendo así las filtraciones.
Has de tener en cuenta que la humedad puede acelerar su envejecimiento y provocar la pérdida de masa o alteraciones en el color. Por ello, resulta necesario aplicarle el tratamiento adecuado con el fin de prevenirla. El sol no afecta a la piedra, pero sí a ciertos productos de uso superficial. Aun así, debes considerar que posee su propio envejecimiento natural y que puede hacer variar la tonalidad. Esto no debe preocuparte.
Respecto a la limpieza diaria, esta es muy sencilla. Un paño húmedo será suficiente. Una vez lo hayas pasado, seca los excesos de humedad. Si aparecen manchas difíciles de eliminar, conviene que utilices productos específicos que no tengan aditivos y que no sean abrasivos. Es decir, deberás limpiarla como cualquier otra parte de la casa, eso sí, utilizando productos adecuados y, sobre todo, solicita asesoramiento a un experto cuando lo requieras.
Como recomendaciones finales, merece tu atención que siempre que se fije con el uso del mortero, este debe ser específico para piedra natural. Lo ideal es seguir las recomendaciones del fabricante y si eres un particular, que te pongas en manos de un profesional. Este te va a aconsejar sobre todos los aspectos relacionados y sobre las dudas que te puedan surgir. Así, podrás sacarle el máximo partido a este excelente material.
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