La piedra ha sido uno de los materiales más utilizados en toda la historia de la construcción. Las primeras sociedades ya la consideraban una materia 'noble', apta para usarla en infraestructuras que requerían una gran presencia y durabilidad, conscientes de sus propiedades tanto estéticas como de resistencia.
Y esa resistencia queda avalada por los vestigios de construcciones pétreas milenarias que han llegado hasta nosotros. Ahí tenemos los prehistóricos recintos ceremoniales monolíticos, las funerarias pirámides, las vías y acueductos romanos, las murallas defensivas medievales, los castillos de los señores feudales o las majestuosas catedrales.
Pero la piedra como material constructivo también llegó a los usos más populares, pues sus propiedades prácticas eran muy valoradas. Su capacidad de aislamiento térmico las hacían perfectas para hacer casas y corrales en zonas donde se sufrían los rigores del frío, para afianzar los basamentos de edificios más altos, para levantar los ribazos que debían nivelar los campos de cultivo, para implementar la seguridad en zonas como chimeneas que debían soportar altas temperaturas, etc.
La piedra magarata y sus aplicaciones actuales
Las piedras magaratas tienen origen metamórfico y están compuestas en un 70 % de cuarzo, un 20 % de filosilicatos y un 10 % de óxidos de tonos pardos a rojizos. Son piedras que durante la extracción se exfolian en lajas de espesor variable. El acabado que muestran en su superficie es la irregularidad propia del lajado, con distintos planos y pequeños escalones, lo que las dota de una belleza natural y única en cada una de las piezas.
Son muchas las aplicaciones que la piedra puede adoptar en edificaciones residenciales. Empezando por levantar con ellas los propios muros estructurales, algo que dota a la vivienda de gran solidez y aislamiento, hasta colocar un revestimiento pétreo en las fachadas.
Quizá uno de los ámbitos más habituales del uso de piedra en la construcción son las casas rurales, que por definición exhiben ese estilo rústico, tanto por estética como por practicidad, pues el aislamiento en estos casos adquiere una mayor importancia.
Estas mismas cualidades de resistencia y durabilidad así como la sencillez de su mantenimiento hacen de la piedra un material muy apreciado en entornos como la industria o la obra pública. Realizamos diversas instalaciones con finalidad industrial o pública como puentes, tapias, calzadas o parques.
También en interiorismo son muchas las aplicaciones que la piedra puede tener. Da un estilo tradicional que no pasa de moda, pero además, en la actualidad se ha puesto en valor el aire rústico que la piedra encarna a la perfección. Desde colocar zócalos rodeando una estancia, a reservarla para el frente de una chimenea o utilizarla para forrar una de las paredes del salón dotándola de gran personalidad.
Otra aplicación importante de la piedra es la de la restauración. Por tratarse de un material ampliamente utilizado a lo largo de la historia, es indispensable su uso para reparar, reconstruir o recrear edificaciones en yacimientos, monumentos o centros históricos.
Y por último, aunque no por ello menos importante, tenemos el diseño de jardines. Cada vez se da más importancia a estos espacios en nuestras casas: patios y jardines se cuidan y planifican con mimo, y la piedra es quizá el material más idóneo para colocar en exteriores. Utilizadas tanto para pavimentar o hacer sendas como para levantar muretes, bancos o jardineras, la piedra casa a la perfección con el aire natural que le pedimos a los espacios verdes.
Como hemos visto, la piedra para construccion es uno de los materiales más versátiles y convenientes, capaz de adaptarse a muy diversos usos. En Piedras Magaratas atendemos tus necesidades sean cuales sean y hacemos realidad cada proyecto.
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