Desde antiguo la piedra ha sido siempre aliada del hombre para calentarse, como medio para crear las herramientas con las que cazar o alimentarse, así como un relevante recurso constructivo. ¿Sabes por qué se utiliza la piedra para suelos?
Hagamos un poco de historia. En el año 3.000 a.c. el Imperio Hitita construye en la península de Anatolia los primeros caminos hechos de piedra. A su vez, los esclavos egipcios también utilizaron las piedras para establecer caminos alrededor de las pirámides.
La llegada de la Edad Media y la influencia de las órdenes religiosas suponen un significativo avance en la edificación europea de los caminos destinados al peregrinaje.
A mediados del siglo XVIII se descubre la cal y con ella el ingeniero John Smeaton lidera el desarrollo de la infraestructura vial de Inglaterra. Durante el siglo XIX este país promueve numerosas leyes en esta materia y crea un Comisionado de Pavimentación, dependiente de su Parlamento.
La aportación de Inglaterra favorece la rápida evolución de los caminos pavimentados en toda Europa. Con la Revolución Industrial y la aparición del automóvil comienzan a utilizarse piedras más pequeñas (adoquines) y se trabaja en el establecimiento de una incipiente red de carreteras. ¿Sabías que en este momento se incorpora el alquitrán a las calles de Madrid o Londres?
Con el crecimiento demográfico de EE.UU se hallan nuevas capas asfálticas más flexibles, pero será el ingeniero escocés John Loundon Mc Adam el ideador de una nueva superficie capaz de soportar vehículos más pesados a partir de la combinación de granilla de piedra y capas de roca. Bajo este sistema de mejor drenaje del agua de lluvia denominado Macadam, se construye en 1830 la National Road de Ohio.
Con el auge del petróleo, a partir del año 1905 se introducen los betunes asfálticos. La II Guerra Mundial urge la rápida edificación de aeropuertos y propicia el progreso de la aviación.
En la actualidad, se siguen investigando nuevas fórmulas que mejoren la adherencia y el drenaje ante las inclemencias meteorológicas.
¿Piedras de resistencia estética?
La piedra maragata es un tipo de cuarcita y uno de los tipos de piedra para suelos más utilizado por su elevada resistencia a los cambios extremos de temperatura. Si donde vives hace mucho calor, este tipo de piedra es un estupendo aislante térmico, además de estético. Nosotros lo sabemos bien: la utilizamos a menudo.
Contiene minerales en proporciones variables e infinidad de tonalidades. Si la tierra en la que se encuentra es rica en materia orgánica, su tonalidad será más próxima al negro.
Esta variedad de colores y texturas hace muy fácil combinarlo con otros materiales y crear acabados exclusivos como revestimiento en viviendas, centros comerciales, agroturismos o al decorar interiores y jardines.
Estas piedras legendarias surgen por las transformaciones de otras piedras y minerales a altas temperaturas y presiones en el interior de la Tierra, siendo su composición mayoritariamente de cuarzo. Pueden contener también ortosa, albita, oro, granate o grafito, entre otros.
Sus cualidades más singulares son:
- Durabilidad ,por su resistencia a la erosión.
- Dureza, con una calificación de 7 sobre 10 en la escala de Mosh. ¿Sabes que en la Edad de Piedra ya las utilizaban para fabricar sus herramientas?
- Buena estética y versatilidad, gracias a su fácil exfoliación.
- Baja porosidad, no absorben el agua ni la humedad.
Como ves, propiedades todas ellas ideales para construir caminos, asentar vías ferroviarias, muros o revestir y embellecer superficies empleando distintos espesores.
Cualidades que explican su aprovechamiento en mampostería, como filtro en la depuración de aguas o en las industrias del vidrio o la cerámica.
En definitiva, la piedra, y en concreto la maragata, tiene una dilatada trayectoria como medio de protección y embellecimiento de nuestras edificaciones, así como soporte para construir nuestras infraestructuras viales con un alto rendimiento y belleza. ¿No crees?
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